miércoles, 8 de julio de 2009

Santiago Álvarez de Mon

Si escribe en Expansión, su columna es un 1 fijo. Siempre aciertas leyéndole. Pero nunca lo hago en la vorágine de la mañana, sino que me reservo el artículo, lo recorto con cariño, y lo leo en un momento en el que sé que no voy a escanear en diagonal o mientras contesto al móvil o aprovechando al escribir un email...

El artículo de hoy es espectacular, por varias razones. En primer lugar, porque declara sin rubor su catolicismo: de viaje a Nueva York, exprime un artículo a partir del sermón de la misa a la que asiste con su familia. En segundo lugar, porque explicando cómo un sacerdote da un curso de comunicación, él nos lo da a todos...

En el fondo del sermón, destaca dos aspectos de la parábola de los talentos (1) nuestras debilidades son las que permiten a otros utilizar sus fortalezas (2) al descubrir nuestra insignificancia estamos más cerca de volvernos a Dios y entender el significado de nuestra vida.

En cuanto a las formas, las lecciones de comunicación que destaca al observar al sacerdote, son:
  1. Discurso trabajado y preparado
  2. Entender la audiencia a la que te diriges
  3. Pocos mensajes, nítidos, al grano
  4. Salpicar la intervención de vivencias
  5. Las cosas serias de la vida, aderezadas con humor se entienden mejor
  6. Gestión natural del lenguaje corporal
  7. Emocionar comunicando
  8. La brevedad es la hermana del talento (Gracián)

Insisto, hablo de un artículado publicado hoy en Expansión...Dos cursos en uno, una entrada para conservar. Mañana Keating presenta su libro en Oviedo, y este cura y este escritor han llegado como agua bendita para iluminar mis palabras...Ya os contaré si les hice caso, o si al final decidí ir a lo mío...

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